Cierta estética Mediterránea en la fachada y decoración general.
Calle Larra, 13. 28004 Madrid Teléfono de reservas: 914 450 577
Calle Padre Damian, 37. 28036 Madrid
Teléfono de reservas: 913 456 298El Puchero, con dos casas: una en la calle Larra y otra en Padre Damian. Esta última va a ser víctima de nuestra "agresión" ... Anda, pues va a ser que no, porque al Puchero le pasa como a los cerdos: que me gustan hasta los andares. Siempre hemos pretendido ser objetivos y plantear tanto los aspectos positivos, como los negativos. Hemos de reconocer que, en este caso, es muy difícil destacar algo que sea negativo. Y vamos a exponer el porqué:
Ya hemos referido que nos centraremos en la casa de Padre Damian. Si el Puchero de Larra fue fundado en los años 40 y, desde entonces, fue referente de la buena comida elaborada por la "Dueña", mujer rotunda, despierta, y con iniciativa, el de Padre Damian se abrió en 1995. No puedo recordar la de veces que he disfrutado de comidas y cenas en este restaurante tan agradable como acogedor. El ambiente no es especialmente íntimo, ya que la sala principal está distribuida en forma semicircular, con aproximadamente media docena de mesas en un entorno sencillo, con gran sensación de amplitud, que dota al lugar de un cierto aire mediterráneo. A la entrada, una pequeña barra casi simbólica, pero todo con gran cuidado y esmero, y un servicio amigable y efectivo. Los camareros son de una gran profesionalidad, algo muy de agradecer en nuestros días.
Sencillo y acogedor.
Una vez relajado en mi mesa, puedo elegir en un menú no muy amplio, pero suculento, una serie de platos selectos y caseros, comida del país, como la que haría cualquiera de nuestras abuelas (si le gustase cocinar). La carta se divide, principalmente, en comidas de temporada, el Puchero del día (la "especialidad" del día), entrantes, carnes y pescados. El Puchero del día son una serie de platos especialidad de la casa, entre los que cabe destacar: los sábados de fabes y los miércoles de lentejas, sin menospreciar el cocido o el cochinillo, y las demás especialidades. La que menos nos gusta es la del domingo, y es que como Dios descansan este día. Una pena. Cuántas familias se quedan sin disfrutar de su comida dominical, al igual que yo, en pro del merecido relajo del personal del Puchero. Cuántas veces he llorado su ausencia dominical... La verdad es que, según escribo esto, se me está haciendo la boca agua.
De verdad, intento ser objetivo. Pero, recordando sus deliciosas croquetas, la brandada de bacalao y esas abitas tiernas en su punto me es sumamente difícil sacar mi vena ácida.
En conclusión, y no me quiero extender porque se me va a ver el plumero, es un lugar muy agradable para ir entre semana y ADEMÁS SE PUEDE FUMAR EN SU TERRAZA que, aunque esté en mitad de la acera, tiene buenas sombrillas bajo las que me resguardé en la última visita de una torrencial tormenta de primavera, mientras degustaba un plato de abitas tiernas, con un Rueda más que aceptable a un precio menos que justo... como siempre en Madrid. El sábado hay que tener en cuenta que es un día familiar y, obviamente, tras hacer una reserva, nos vamos a encontrar con un público un tanto ruidoso e infantil. ¡Ah! Se me olvidaba mi plato favorito: EL ESCALOPE. Rebozado perfecto, sin grasa y tierno, como un solomillo. A un precio adecuado, sin tanta pompa y circunstancia como le dan en la Ancha, del que ya hablaremos sin tanta vehemencia.
Página web oficial: http://padre-damian.elpuchero.com/bienvenidos/
Precio: 30€/persona... muy razonable y excelente relación calidad-precio y servicio.
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